Pues todo se trata de ir retomando viejos hábitos, los que servían, o me ayudaban para algo, los demás, es mejor que se vayan perdiendo. Este hábito, de tratar de escribir en un blog, es uno que abandone y hoy he decidido retomar.
Anoche no morí es mi declaración de vida, me agradecimiento a haber vuelto de a donde quiera que vaya uno en sus sueños y estar de nuevo aquí. De tener una nueva oportunidad que se esfumara en pocas horas.
La ultima pregunta que me visito ayer antes de dormir, fue, ¿Cómo darles voz a los que no la tiene? Pensé en los bebes, en las plantas, en los animales, en seres humanos que por alguna razón no pueden decir libremente lo que piensan. Luego de analizar un rato todo esto, comencé a pensar en todos los que por su situación así lo dicta no pueden cambiar su estilo de vida ni quejarse mucho.
Pensé en alguien, con un trabajo que no le gusta, pero como con ese sueldo mantiene a su familia pues poco puede hacer para dejarlo. Pensé también en el señor que ayudo a empezar mis cosas en el super, eso sí, en mi bolsa ecológica, y pensé en él, Fernando, porque tampoco tiene otros muchos lugares de donde pueda obtener dinero a sus casi 70. Pensé que eso nos podía pasar a todos, pensé en que nacemos sin tener estar voz propia y poco a poco la vamos conquistando, pensé en que incluso llega un punto en que tenemos que pelear por ella.
Llegados a la adultez, parece que ya tenemos voz propia, pero el sistema va haciendo lo suyo para que la vayamos perdiendo.
Luego pensé en lo que tienen voz y no la utilizan, pensé si yo caía en esta categoría y por eso decidí volver a escribir. Porque, aunque no sé si alguna vez alguien lea esto, si le llegue a alguien más, si acaso alguna vez pueda inspirar a alguien a alzar la voz, y concluí que ahora de momento, aunque lo quiera hacer por el mundo, solo puedo empezar por mí. Así que espero no abandonar en un buen rato esta bitácora.
Ahhhhh y ANOCHE NO MORÍ!!